domingo, 25 de abril de 2010

Parálisis del Sueño.


 The Nightmare - Henry Fuseli (1781)


“…De pronto mi cuerpo entró en una tensión incomprensible… quise incorporarme, pero mis brazos y mis piernas no me obedecían, parecían de plomo. Me encontraba totalmente inmovilizada, el miedo como incienso negro cubría la habitación y luego una angustia, la más horrorosa de todas se apoderó de mi pecho como un peso que me sofocaba. Caí en la cuenta que no era un sueño, podía ver aún en la oscuridad las franjas del decorado del techo y podía escuchar el tic tac del reloj, que se confundía con los latidos desbocados de mi corazón. Estaba desesperada. Perdía el aliento… me ahogaba y mis intentos desesperados por gritar solo se perdieron en amagos inaudibles. Mas aun con todo el terror, me rehusaba a morir y luché por moverme… por gritar o por despertar. No sé cuánto tiempo pasó, pero para mí fue una eternidad en la cual no estaba ni muerta ni viva. Y fue como si hubiera tomado una gran bocanada de aire que me liberó por fin de esa pesadilla. Al final me quedé temblando y tenía miedo de que me volviera a ocurrir si me dormía otra vez”.

1 comentario:

Lissa dijo...

Buenas noches, apreciada Amante del Delirio.
Tuve una sensación semejante hace dos noches, sabes. Fue como si algo sobre mí me impidiese gritar pero de pronto mi alma recuperó el aire y pude por fin abrir mis ojos y saber que era una pesadilla, de la cual sólo el arte de escribir nos permite curarla.
Un tierno abrazo. Es la primera vez que leo tu blog. Me gusta muchísimo.
Dios ilumine tu camino.