lunes, 12 de abril de 2010

Ángel Caído: Un querubín verdaderamente tentador

Fallen Angel - Alexandre Cabanel


Lucifer, que significa; "El que da Luz", "Estrella de la Mañana", es retratado  por Alexandre Cabanel como un ser revestido de una imponente belleza física. El ángel más bello de los cielos acaba de ser desterrado por su soberbia y orgullo. Transgredir la voluntad de Dios, lo convierte en Satanás, lo que quiere decir: adversario.

“Lo dice el Apocalipsis, se trabó una batalla en el cielo, Miguel y sus ángeles peleaban con un Dragón. El Dragón luchó junto a sus ángeles, pero no prevaleció. Lucharon con inteligencias y voluntades, la causa del conflicto: Dios les había anunciado que la segunda persona de la trinidad se haría hombre y deberían adorarle. Y además que tomaría carne de una mujer que sería su reina y que aventajaría en gloria a todas las criaturas humanas y angélicas. Los ángeles buenos obedecieron y alabaron al altísimo, pero Lucifer aspiró a ser cabeza de todo el linaje humano y todos los ángeles; se reveló así contra Dios, queriendo asemejarse a él y arrastró consigo a muchos en su soberbia. Dios prestó a Miguel y los suyos la fuerza para vencer al Dragón que fue precipitado en los infiernos. En la Biblia se le da diversos nombres: Diablo, Satán, Belcebú, Serpiente, Dragón y Belial entre otros; también se le define como acusador, maligno, enemigo, tentador, padre de la mentira”.

Como sea, el otrora ‘Hijo del Alba’ aparece en el lienzo de Cabanel con un divino esplendor corpóreo. La evidencia de la perfección de su cuerpo yace sobre los peñascos en actitud de ocultar su rostro ante las huestes de San Miguel que están esparcidos por el cielo. ¿Si sólo Cabanel nos hubiera querido mostrar su sexo? Pero considerando que los ángeles son asexuados, me dejo excitar por su hipnótica mirada velada.

1 comentario:

 Mayte dijo...

Siempre he pensado que el Ángel Caído, simboliza todo lo terrible o divinamente humano sobre la tierra, con toda la oscuridad que poseemos absolutamente todos y que pocos reconocen. Cabanel, debió sentir muy dentro para plasmarlo así incluso en la derrota lleno de orgullosa belleza y maldad que hipnotiza.

Biko, Delirio.