jueves, 8 de abril de 2010

'La Giganta' de Baudelaire: Una Enorme Delectación.


Cuando Natura en su inspiración pujante
Concebía cada día hijos monstruosos,
Me hubiera placido vivir cerca de una joven giganta,
Como a los pies de una reina un gato voluptuoso.

Me hubiera agradado ver su cuerpo florecer con su alma
Y crecer libremente en sus terribles juegos;
Adivinar si su corazón cobija una sombría llama
En las húmedas brumas que flotan en sus ojos;

Recorrer a mi gusto sus magníficas formas;
Arrastrarme en la pendiente de sus rodillas enormes,
Y a veces, en estío, cuando los soles malsanos,

Laxa, la hacen tenderse a través de la campiña,
Dormir despreocupadamente a la sombra de sus senos,
Como una plácida aldea al pie de una montaña.

Charles Baudelaire.

* * * 

Charles Baudelaire en 1857 con su poema: “La Giganta”, sueña con un ideal de mujer impresionante, a la cual arrojarse a sus pies o vivir frotándose entre sus infinitas piernas, “Como a los pies de una reina un gato voluptuoso”. Una voluptuosidad sin duda abanderada por ella que vive en el juego-realidad de una sensualidad madura, profunda y plena.

La joven giganta es para el poeta su diosa, pero nótese que la diosa tiene también el papel secundario de ‘esclava’, ya que él, con su pequeñez la contempla… la disfruta… la goza como su único dueño: “Recorrer a mi gusto sus magníficas formas”. Dominado y dominador a la vez, posee como suyas las paroxísticas sensaciones de ella y se complace luego en su sensual descanso.

Pero la voluptuosidad que emana de ella y contagia al poeta, no es sólo carnal, sino misteriosa y espiritual. Se entusiasma y embruja cada vez más en un anhelo de “adivinar si su corazón cobija una sombría llama”. Es ese enigma femenil que le hechiza tanto como las curvas de sus caderas, vivir para desentrañar qué encierra y qué hay más allá de aquel gesto de la piel, de “la pendiente de sus rodillas enormes”, para al final de toda la existencia decir que alguna vez ha podido “dormir despreocupadamente a la sombra de sus senos”.

 


4 comentarios:

 Mayte dijo...

De Baudelaire, me gusta casi todo -por ponerme remilgosa- aún así cabe decir que de mis favoritos y se ha venido a mi mente, por tu comentario sobre la voluptuosidad madura, "La serpiente que danza"

Y tu cuerpo se inclina y se distiende
Como un ebrio bajel,
Y va de borda en borda mientras hiende
Las aguas su proel.



Biko, Delirio.

Amante del Delirio dijo...

También soy una amante de Baudelaire, más adelante postearé esa y otras de sus poesías.

Un abrazo también para ti.

 Mayte dijo...

Será todo un placer, como ya se me hace costumbre disfrutar de lo que comparte.

Biko...Delirio.

atardecer dijo...

Sois sage doleur et tiens toi tranquille..tu reclaimes le soir.